Nuestro cultivo es un cultivo exterior y de secano. Cultivamos nuestros rosales aplicando siempre el método tradicional, desde el principio del cultivo hasta el final.
Empezando por la selección de la semilla, una a una, a mano y terminando por la reproducción de los rosales por injerto.
Un trabajo que requiere altas dosis de paciencia y dedicación.
Nuestro cuidado proceso de cultivo obtiene como resultado unos rosales vigorosos y de excelente calidad.
El ciclo del cultivo de los rosales es largo y complejo. Se inicia en el mes de Agosto con la recolecta de la semilla i termina en el mes de Noviembre del 3r año, cuando los rosales son arrancados para la venta. Durando más de 3 años y medio.
A continuación mostramos las fases más relevantes de nuestro cultivo.
El ciclo del cultivo del rosal se inicia en el mes de Agosto con la recogida de la semilla, la cual será sembrada, dando lugar, al cabo de 2 años, a la gabarrera que utilizaremos como porta injertos.
Las semillas son recolectadas una a una, a mano, escogiendo las que han alcanzado un punto de maduración adecuado.
Las semillas son mezcladas con arena. Dicha mezcla se coloca en tiestos y se deja hasta el mes de Febrero, en una zona exterior, protegida del Sol. Así, se da lugar al proceso de estratificación de las semillas.
A finales de Febrero, el proceso de estratificación de la semilla ya ha finalizado y está lista para ser sembrada.
La semilla se siembra en grandes bandejas que colocaremos en el exterior.
El sustrato utilizado está compuesto de turba, fibra de coco y arcilla. También se añade abono de liberación lenta.
A los pocos días de haber sembrado la semilla nace el plantel.
En el marzo siguiente a su plantación, el plantel ya ha crecido lo suficiente y está listo para poder ser trasplantado al campo.
Antes de plantarlo en el campo se escoge el plantel de más calidad, seleccionando la planta una por una.
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